La vida simple
por María Eugenia Eyras
Cuenta Jenofonte que un día Sócrates paseaba por un mercado de Atenas junto a uno de sus discípulos.
El maestro contemplaba con gran interés la variedad de mercadería que allí se ofrecía: joyas, telas, perfumes, cerámicas, dulces y licores.
Después se detuvo y le comentó a su compañero: “Ciertamente, no sabía que existieran tantas cosas que no necesito para nada…”
¿Qué necesitamos realmente para vivir?
Una vez se le hizo esa pregunta a un náufrago, rescatado después de haber pasado varios días en una balsa a la deriva, y contestó sin dudarlo: “Solamente unos sorbos de agua dulce…”
En nuestra sociedad consumista, derrochona y amante del placer inmediato cada día hay más gente que se hace esta pregunta: “¿Necesito realmente todo lo que compro, todo lo que poseo, todo lo que deseo poseer, todo lo que la publicidad me dice que debo poseer?”
Hay quienes se han rebelado contra este sistema de vida tan acelerado, complicado, estresante, compulsivo e insatisfactorio que llevamos. Son los seguidores de la Simplicidad Voluntaria (o Downshifting) , que abogan por eliminar todo lo superfluo e innecesario de sus vidas, para liberar tiempo y recursos, para vivir un vida más consciente, libre y plena.
En su libro Voluntary Simplicity, Duane Elgin basa este movimiento en la filosofía estoica, en Epícteto exactamente. Y nos recuerda que la vida austera y frugal había sido ya propuesta como modelo de sabiduría hace más de 2.000 años por Lao Tse, Platón, Aristóteles, Jesús y el budismo zen.
El movimiento de Simplicidad Voluntaria propone abandonar la idea de que para tener calidad de vida hay que acumular dinero, posesiones materiales y prestigio personal. Al contrario, la fórmula consistiría en trabajar menos, querer menos y gastar menos. Reducir las actividades vitales a los elementos básicos, es decir, a las actividades o relaciones que realmente necesitamos o deseamos fervientemente.
Y prescindir de todo lo que sobra. Vivir más ligeramente, dejando de lado todas aquellas distracciones que nos alejan de una verdadera calidad de vida.
Ellos consideran que el valor que damos al dinero, al estatus y a la competencia envenena nuestras relaciones personales. La vida feliz será imposible mientras no simplifiquemos nuestros hábitos y no moderemos nuestros deseos. Esta elección de la simplicidad inclina también hacia una forma de vida más natural, más respetuosa de la vida animal y de los ecosistemas.
Surgido al final de la década de los ochenta, este movimiento propone reducir tiempo de las labores para disfrutar más de nuestro entorno. Y así obtener más tiempo de ocio y de reflexión, de momentos compartidos con nuestros seres queridos.
Hoy está más cuestionado que nunca el postulado del neoliberalismo: un crecimiento económico ilimitado en un planeta de recursos limitados.
Porque si todo el mundo viviera como un europeo harían falta 3,5 planetas Tierra para solventarlo. Y 5, si lo hiciera como un estadounidense…
De ahí que ya se haya desechado la idea de ‘crecimiento sostenible’, dado que el crecimiento económico no es sostenible de modo alguno.
Por lo tanto, de la mano de la Simplicidad Voluntaria llega también la alternativa al capitalismo: la Teoría del Decrecimiento, surgida a comienzos de este siglo XXI. Su ideólogo, el economista bretón Serge Latouche, profesor de la Universidad París-Sur, es un implacable crítico de la sociedad de consumo y de su cultura de usar y tirar. Latouche sostiene que la única manera de frenar el deterioro del medioambiente, que amenaza seriamente el futuro de la humanidad, es vivir en una sociedad que produzca menos y consuma menos.
En su último libro, La sociedad de la abundancia frugal afirma: “Hay que trabajar menos para ganar más, porque cuanto más se trabaja, menos se gana. Es la ley del mercado. Si trabajas más, incrementas la oferta de trabajo, y como la demanda no aumenta, los salarios bajan. Cuanto más se trabaja, más se hace descender los salarios. Hay que trabajar menos horas para que trabajemos todos, pero sobre todo, trabajar menos para vivir mejor. Esto es más importante y más subversivo. Nos hemos convertido en enfermos, en toxico dependientes del trabajo. ¿Y qué hace la gente cuando le reducen el tiempo de trabajo? Ver la tele. La tele es el veneno por excelencia, el vehículo para la colonización del imaginario”.
¿Cómo podemos interiorizar y poner en práctica cuanto antes una manera de vida más simple, aquí y ahora?
He aquí algunos ejemplos:
. Eliminar el exceso de posesiones y de actividades que produce desorden físico o mental.
. Limitar el consumo de bienes materiales a aquellos que realmente necesitamos.
. Trabajar en algo satisfactorio y creativo.
. Reciclar y compartir.
. Vivir de manera natural, compasiva hacia todos los seres vivos y solidarios con otros humanos.
. Ser autosuficientes en nuestras necesidades diarias y practicar el intercambio.
. Desplazarnos en transporte público, en bicicleta o andando.
. Tener una sola cuenta bancaria, una sola tarjeta de crédito y pagar siempre en efectivo.
. Hacernos socios de una biblioteca para no comprar, en lo posible, libros ni revistas.
. Reducir el estrés y la aceleración todo lo que se pueda.
. No llevar reloj, si uno no lo necesita.
Porque, como aconsejó el sabio Mahatma Gandhi, quien hilaba en la rueca el algodón para su propia ropa para no ser más que el pobre más pobre de la India: “Necesitamos vivir simplemente para que otros, simplemente, puedan vivir”.
María Eugenia Eyras
Nació en General Madariaga, Provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1945.
Cursó estudios primarios en esa ciudad y más tarde se trasladó a Mar del Plata, donde se graduó como maestra normal nacional en el Instituto San Vicente de Paul.
En 1961 ganó una beca de American Field Service, por la que permaneció en Franklin Park, Illinois, USA, durante un año, graduándose como bachiller en el East Leyden High School.
A su regreso a Argentina comenzó estudios de Letras en la Facultad de Filosofía de Buenos Aires, pero los interrumpió para asistir a un curso de Sociología de un año en la Universidad de La Sorbona, París, Francia, gracias a una beca otorgada por el gobierno francés.
Radicada finalmente en Buenos Aires, prosiguió estudios de Sociología en la Universidad de Buenos Aires y de Derecho en la Universidad de Belgrano, los que no llegó a terminar, absorbida ya por el periodismo y, un poco más tarde, también por la literatura.
Desde 1990 reside en Barcelona, España, aunque viaja con frecuencia a Argentina.
Tiene cuatro hijos, José Manuel, Julián, Lucas y Carolina, y dos nietos, Christian y Luna. Está casada con José María Serrano Guerra.
Libros escritos
La noche de San Juan
Reseña: “Ven a mí la noche de San Juan”, ruega una mujer. ¿Llama al amor o invita a la muerte?..
Un suicidio inexplicable se convierte en el vendaval que azota varias existencias, en Barcelona y en Buenos Aires, marcándolas para siempre.
¿Cuánto se influencian los seres humanos unos a otros desde sus historias paralelas y hasta dónde llegan los psiquiatras a involucrarse con sus pacientes?
Una profunda reflexión sobre la vorágine de la depresión, el tedio de la decadencia, el frío del desamor y la fascinación del suicidio.
Esta obra quedó finalista en los premios de novela españoles Planeta 2000, Nadal 2002 y Fernando Lara 2005.
Comprar en: http://www.readontime.com/ISBN=9788461584925
El viento en el jardín
Reseña: A General Ezcurra, pueblo de la provincia de Buenos Aires, Argentina, llega la huérfana Pilarita Racedo en busca del amparo familiar. Pero encuentra sólo un nudo de intrigas palaciegas y la autoritaria seducción de su tío, Ataliva Arozarena, un caudillo conservador con el que protagonizará una turbulenta historia. La narración, que se desarrolla a lo largo de 1945, tiene como telón de fondo los trascendentes cambios nacionales e internacionales de ese año crucial: las maquinaciones tejidas en torno a la ascensión de Perón en Argentina y las derrotas finales del Eje que terminaron con la Segunda Guerra Mundial. Una reflexión sobre la sensualidad del poder y la demagogia, también sobre los tortuosos senderos del incesto y sobre ese oscuro punto de perversión que acecha desde las sombras del corazón. Una novela memorable, que retrata con pinceladas ciertas y vigorosas a algunos arquetipos de la realidad.
Comprar en: http://www.readontime.com/ISBN=9788461520206
Misa roja
Reseña: En la Argentina convulsionada de los años 80 cuatro mujeres separadas por conflictos generacionales permanecen unidas, sin embargo, por los lazos indisolubles de la sangre. ¿Llegará una de ellas a enfrentarse con su propia hija adolescente por el amor de un hombre más joven? Desde los dorados días de la infancia en Ostende las vidas de todas ellas se entrelazan sutilmente mientras descubren la sensualidad, el fuego purificador del dolor y la agonía de la soledad. Un album de familia con sus luces y sus sombras.
Comprar en: http://www.readontime.com/ROT/maria-eugenia-eyras/maria-eugenia-eyras/misa-roja_9788461499403.html
El vientre cósmico
Pasaje de ida
Reseña: Escrita con descarnada sinceridad, Pasaje de ida plantea con lucidez el dilema, hoy más vigente que nunca, de la mujer joven dividida entre la felicidad personal y la lucha por el éxito profesional. El mundo fascinante y desconocido del periodismo femenino argentino, revelado por quien lo ha conocido íntimamente. Una obra cautivante que obtuvo la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores 1982 a la mejor novela publicada ese año.
Comprar en: http://www.readontime.com/ISBN=9788461492831