Un rugido capaz de sacudir al mundo
Mientras organizaciones como Cáritas Internationals, en nuestra Argentina conocida simplemente con el nombre de Cáritas, realizan permanentemente campañas destinadas a recaudar alimentos para los mas necesitados, a la vez que invitan a tomar conciencia del problema en procura de cambiemos nuestros comportamientos poco solidarios, otros se dedican a acumular riquezas de manera que no siempre la justicia humana cataloga de delito, pero constituyen una inequidad manifiesta y escandalosa.
El papa Francisco tiene una larga trayectoria, desde los tiempos de su actuación en Argentina, en tareas de ayuda y concientización para cambiar estos hábitos de la elección de nuestros alimentos que muchas veces significa desperdicio. Ahora desde su Papado nos pide ser amplificadores de las voces de quienes padecen hambre y reclaman alimentos.
“Que la voz de los que sufren hambre sea un rugido capaz de sacudir al mundo»
El Papa Francisco viene denunciando el “escándalo mundial” que supone que “casi mil millones de personas todavía sufran hambre hoy”. Un escándalo ante el que, señala, “no podemos mirar a otra parte, fingiendo que el problema no existe”, porque “los alimentos que hay a disposición hoy en el mundo bastarían para quitar el hambre a todos”.
La campaña de la Iglesia por combatir la pobreza y el hambre en el mundo, se anunció en un mensaje emitido a todo el mundo con motivo del lanzamiento de la campaña global, impulsada por Cáritas Internationalis “Una Sola Familia Humana, Alimentos para Todos”, donde el Santo Padre invita “a todas las instituciones del mundo, a toda la Iglesia y a cada unos de nosotros mismos, como una sola familia humana, a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, para que esta voz se convierta en un rugido capaz de sacudir al mundo”.
“Cuando hay voluntad, lo que tenemos no se termina”
Ante el drama del hambre, el Papa Francisco, tras explicar que “la parábola de la multiplicación de los panes y los peces no enseña precisamente eso: que cuando hay voluntad, lo que tenemos no se termina, incluso sobra y no se pierde”, nos exhorta a “compartir lo que tenemos, con caridad cristina, con todos aquellos que se ven obligados a hacer frente a numerosos obstáculos para poder satisfacer una necesidad tan primaria y, a la vez, seamos promotores de una auténtica cooperación con los pobres, para que a través de los frutos del trabajo de ellos y de nuestro trabajo podamos vivir una vida digna”.
Con su apoyo a la campaña, el Papa lanza también una “invitación a todos nosotros, para que seamos conscientes de la elección de nuestros alimentos, que con frecuencia significa desperdiciar la comida y usar mal los recursos a nuestra disposición. Es también una exhortación para que dejemos de pensar que nuestras acciones cotidianas no tienen repercusiones en la vida de quienes –cerca o lejos de nosotros– sufren el hambre en su propia piel”.