Miguel Santos Guerra capacitó en Venado Tuerto
Disertó sobre sus experiencias pedagógicas y habló sobre la educación en la Argentina
El destacado pedagogo español Miguel Ángel Santos Guerra ofreció una disertación en Venado Tuerto, ante un Centro Cultural Municipal colmado de docentes ávidos de escuchar a este profesional muy reconocido y admirado en muchos países. Antes de encabezar una jornada de capacitación titulada «Las feromonas de la manzana», Santos Guerra visitó la Escuela de los 100 Años para cumplir con su simbólico ritual de plantar un cerezo y apadrinar a la institución, además de hablarles a los pequeños alumnos del turno tarde.
Cuando se enteró de la historia de la escuela que estaba visitando, Santos Guerra mostró su felicidad porque «esta escuela es un regalo de la ciudadanía a la ciudad por los 100 años de su fundación y no hay un regalo mejor». Profundizando sobre su idea, contó: «Voy a publicar en México, en diciembre, un libro que se titulará ‘El arca de Noé. La escuela salva del diluvio’, donde explicó que fuera de la escuela no hay salvación porque es la única que le permite a las personas y a las sociedades salvarse de las crisis, la injusticia y la incultura. Por eso no hay mejor regalo para las sociedades. El camino para vivir más felizmente no está en los bancos, en las multinacionales ni en los despachos ministeriales, está en las escuelas».
Continuando sobre el tema, Santos Guerra amplió: «La educación es la que nos va a hacer más felices y mejores personas. Un autor inglés dice que la historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe. Y una escuela es el lugar de la educación y de todos los ciudadanos. Un aforismo africano dice que ‘hace falta un pueblo entero para educar a un niño’, y yo digo que hace falta un buen pueblo para educar bien a un niño».
Educación en la Argentina
Cuando se le preguntó su concepto sobre la educación argentina, el pedagogo fue contundente: «En todos los lugares del mundo hay un momento complicado con la cultura neoliberal que nos invade, que en Argentina, España y todos los países del mundo contradice los presupuestos de la educación, planteando el individualismo, la competitividad, la obsesión por los resultados, el relativismo moral y el olvido de los desfavorecidos. La escuela hoy tiene una situación adversa que la obliga a ser una institución contrahegemónica, yendo contra la corriente».
Luego analizó que la educación en Argentina «está inmersa en una difícil situación», y que es necesario «mejorar las condiciones en las que trabajan los profesores, tienen que elegir los mejores profesionales para hacer la tarea más difícil e importante, darles unas escuelas bien hechas, pocos alumnos en las aulas, no demasiadas horas de trabajo y unos sueldos dignos que le permitan dedicarse a su tarea con ilusión y entusiasmo, sin tener que hacer 20 cosas más para sobrevivir. Este es el reto de la educación en Argentina, en la que hay magníficos profesionales».
Santos Guerra reiteró que «a los docentes que dedican la vida, su trabajo y su esfuerzo a salvar al país, no es justo que se les trate de una forma poco considerada, con malas condiciones, sueldos indignos y una cantidad de alumnos en las aulas con la que es muy difícil trabajar, porque cada niño aprende a su ritmo y con su motivación, no pueden aprender todos a la vez».
A modo de conclusión, el español sostuvo que la educación argentina «tiene luces, tiene retos y tiene sombras que debemos afrontar entre todos, porque no es una tarea solo de los profesores, sino de todos los ciudadanos del país, especialmente los políticos que gobiernan y que en época electoral dicen que no hay nada más importante que la educación, pero a la hora de tomar decisiones y liberar presupuestos, hay dinero para muchas cosas pero no para la educación», remató.
Visitante ilustre
Durante su estadía en la ciudad Santos Guerra fue declarado visitante ilustre, mediante decreto del Ejecutivo 066/14, recibiendo tal reconocimiento de manos del intendente José Freyre durante la jornada en la sala Jorge Luis Borges del CCM.
Santos Guerra es doctor en Ciencias de la Educación y catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga. Es también diplomado en Psicología y en Cinematografía. Ha sido profesor en todos los niveles del sistema educativo: maestro de primaria, profesor de bachillerato y profesor de distintas universidades.
Ha escrito numerosos libros y artículos sobre organización escolar, evaluación educativa y formación de profesorado. Ha recibido numerosos premios por sus escritos y trabajos de investigación. Además es padrino de escuelas argentinas en las provincias de Santa Fe, Mendoza y Jujuy y ha sido declarado huésped de honor en varias ciudades de nuestro país.
El pedagogo visitó Venado Tuerto para brindar esta jornada de capacitación dirigida a docentes, convocada como “Las feromonas de la manzana”, título de su último libro, que trata del efecto multiplicador de una persona sobre otras, asemejándolas a las manzanas que, liberando feromonas, ayudan a madurar a otras frutas.
En la Escuela de los 100 Años recibió un libro sobre la historia de la institución anfitriona y luego narró un cuento a los chicos. Santos Guerra efectuó la plantación del cerezo junto a la secretaria coordinadora de Gabinete, Norma Orlanda, el subsecretario de Economía Social, Ricardo Repetto, la directora de Educación, Bibiana Pieli, la directora de la Región VII de Educación, Cristina Farioli, el concejal Germán Mastri y autoridades escolares.