“En la objetividad de la vida, debe entrar la capacidad de soñar. Y un joven que no es capaz de soñar está encerrado en sí mismo”.
Verónica Cantero es una adolescente argentina de 13 años de edad, trilliza, nacida cuadripléjica al igual que sus hermanos Lucía y Francisco, quienes tienen además otros 4 hermanos. Es hija de Gustavo Cantero y Cecilia Burroni y residen en Campana, Buenos Aires. Y sueña…y hace realidad sus sueños…en forma de libros.
Escribe novelas desde los 8 años y con su quinto libro, “El ladrón de sombras”, obtuvo el premio Elsa Morante para Jóvenes 2016, uno de los galardones más prestigiosos de Italia y que se entrega en Nápoles.
Verónica, con su madre Cecilia y el periodista y escritor Alver Metalli, viajó especialmente a recibirlo y al día siguiente concurrió a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, a la audiencia del Papa Francisco con quien mantuvo un emotivo encuentro.
El Papa saludó a la adolescente argentina
El papa Francisco mantuvo un encuentro emotivo con Verónica Cantero, la adolescente argentina que ganó un premio literario en Italia. ¨Le di mi libro al Papa y lo abracé, fue corto el abrazo pero intenso”, dijo Verónica y agregó que se sentía “muy emocionada y feliz” por haber estado con el pontífice argentino.
Francisco reservó a la adolescente, que se moviliza con silla de ruedas a raíz de su dolencia, y a su madre, Cecilia Burroni, un lugar privilegiado durante la audiencia general de este miércoles en la Plaza San Pedro del Vaticano y al finalizar se acercó a saludarlas.
La joven escritora le dedicó a Francisco la obra ganadora del concurso en Nápoles y le agradeció especialmente «su discurso a los jóvenes el año pasado en Cuba».
Fuente: AICA
Del diario La Nación
Después de haber recibido en Nápoles el «Premio Elsa Morante para jóvenes 2016», uno de los galardones más prestigiosos de Italia, por su cuento «El ladrón de sombras», Verónica Cantero Burroni, una niña argentina de 13 años, vivió hoy otro momento «muy grande» y emotivo. Como en un sueño, pudo saludar al papa Francisco, que la abrazó y besó con gran calidez, durante la audiencia general de los miércoles, en la Plaza de San Pedro, y le regaló su libro, el quinto que escribe, dejándole una dedicatoria muy especial.
«Le dije al Papa que lo quería mucho. Y él me dijo que le habían dicho que era muy buena escribiendo y que rezara por él. Y por el abrazo, me di cuenta que me quería mucho», contó a LA NACION Verónica, sin ocultar su emoción.
¿Qué escribió en la dedicatoria del libro que le regaló al Papa? «En un encuentro que Francisco hizo en Cuba con los jóvenes dijo que todos tenemos un ojo de carne y un ojo de vidrio: el ojo de carne para ver la realidad que nos rodea, y el ojo de vidrio para soñar. Entonces le dediqué el libro diciéndole que le agradecía por haberme enseñado a usar el ojo de vidrio porque esto para mí era un sueño que estaba viviendo, así que también usaba el ojo de carne», dijo.
La historia de Verónica, que nació el 3 de junio de 2012 en la ciudad de Campana, donde vive, en un parto trigemelar que le provocó una parálisis cerebral con compromiso motorio, que no le impidió, sin embargo, convertirse en una pequeña escritora, autora de cinco libros, uno galardonado, tuvo gran repercusión. Después de la audiencia general, de hecho, fue entrevistada por diversos medios.
«Lo lindo es que la limitación física no la frena», destacó su mamá, Cecilia Burroni, que también pudo saludar al Papa y que la acompañó en este viaje a Italia tan importante.
La historia de Verónica Cantero Burroni
Escribir sin importar nada más
De DIVINA (SOCIAL)
No todos los días se gana un premio literario internacional. Menos aún a los 13 años y con parálisis cerebral. Esto le pasó a la argentina Verónica Cantero Burroni, de Campana, que obtuvo el Premio Elsa Morante para Jóvenes 2016, un prestigioso galardón en Italia, por su cuento “El ladrón de sombras”.
“Desde hacía tiempo Tomás tenía guardada una propuesta para Bernardita, pero no se animaba a decírselo de frente”, lee la maestra de quinto grado, Carolina Grimat, en “Tomás enamorado”. Esto no tendría nada de inusual, si no fuera porque el libro había sido escrito por Verónica Cantero Burroni, una de sus alumnas.
Una alumna-escritora. Verónica Cantero Burroni, de diez años, escribió ése y otros dos cuentos que fueron seleccionados por los docentes de Prácticas del Lenguaje de la escuela Nº 16, de Campana, para integrar la lista de literatura complementaria para los alumnos de cuarto a sexto grado.
Con la guía y estímulo de un amigo de su familia, Verónica escribió una saga -en la que su personaje central, Tomás, tiene un sueño siendo niño, se enamora en la adolescencia y luego forma una familia, “El sueño de Tomás”, “Tomás enamorado” y “Tomás forma familia“- que fue publicada en ediciones particulares de baja tirada y financiadas por amigos de su familia, entre 2009 y este año. Su estilo es, según la maestra de Verónica, “muy motivador porque habla pura y exclusivamente de las conductas de un niño y se desarrolla en lugares característicos para ellos. Tiene un vocabulario muy rico y transparente que atrapa“.
“Escribir libros es mi sueño de toda la vida”, dijo Verónica, cuando le tocó presentar uno de sus libros ante unas 400 personas en el encuentro Integrar-arte del Grupo Esperanza, de Campana, que reúne a adolescentes y jóvenes con capacidades especiales. Verónica lucha desde su nacimiento, igual que Francisco, uno de sus seis hermanitos, contra una parálisis cerebral que le impide la motricidad habitual para su edad y es ayudada en el aula por una asistente del programa de integración. “Pero eso no incide para nada en su aspecto intelectual, es una alumna excelente”, dijo la maestra.
Inspirado en la gran escritora italiana Elsa Morante (1912-1985), el premio que ganó suele centrarse en temáticas sociales y políticas juveniles, como la integración, las diversidades, las dificultades del mundo de la infancia, la dispersión escolar y la posibilidad de soñar. En ediciones anteriores lo recibieron reconocidos autores, muy cercanos al mundo de los adolescentes, pero en su mayoría italianos. Por eso llamó la atención del galardón.
Por el primer puesto del certamen, compitió con dos firmas reconocidas: el periodista Andrea Tornielli, autor del libro-entrevista con el Papa El nombre de Dios es misericordia, y la escritora Lia Levi, por El brazalete. Las tres obras fueron seleccionadas por un jurado “científico” presidido por la novelista, dramaturga y guionista italiana Dacia Maraini, activista por los derechos de la mujer y contra la discriminación, junto a un jurado popular integrado por alumnos de escuelas de la región de Campania, cuya capital es Nápoles.
“Ya estábamos muy contentos con que Verónica estuviera en la terna y fue una enorme sorpresa cuando anunciaron que fue para ella el superpremio”, contó Cecilia, la mamá de la joven autora, que es licenciada en Psicología, tras la celebración en el antiguo Bagno Elena de Nápoles, con vista al mar, de la que participaron más de 800 chicos, que leyeron los libros y votaron, detalló. El premio, que consta de 1500 euros, le fue entregado por Maraini, todo un honor.
¿Qué cuenta la historia galardonada, publicada en Italia por Edizioni Di Pagina? “Se trata de un chico que por necesidades económicas roba sombras. Y hay uno de sus compañeros de clase que se da cuenta de que hace eso por necesidades económicas e intenta ayudarlo para que no robe más sombras”, resumió la autora, entusiasmada.
Morocha, sonriente y vivaz, desde su nacimiento, el 3 de junio de 2002, Verónica tiene -como Francisco, uno de sus seis hermanos- una parálisis cerebral que le afecta la motricidad. De hecho, se mueve en silla de ruedas y antes de viajar para recibir su primer premio internacional, este año se sometió a una intervención quirúrgica. “Por la cirugía hice hasta ahora la escuela en casa, estoy en tercer año del secundario del Colegio Santo Tomás de Aquino de Campana, pero en junio vuelvo a clases”, contó. Actualmente, además, está escribiendo su sexto libro. “Es una aventura entre seis amigos. Uno se entera de improviso de que los padres que tiene no son los suyos verdaderos”, anticipó. “Por ahora se llama Una historia en la costa, pero no es el título definitivo, quiero otra cosa, más original”, agregó, al revelar, ante una pregunta, que suele escribir sus obras en la computadora. “Aunque las ideas las escribo a mano en un cuadernito y después reúno todo.”
Una escritora a cuatro manos: Al volver de unas vacaciones a las Cataratas del Iguazú, hace cuatro años, Verónica tuvo la idea de escribir sobre los coatíes que conoció allí. “Se lo conté a un amigo y él me propuso escribir”, recuerda la pequeña, al referirse al periodista y escritor Alver Metalli. “Había notado en ella una buena expresión verbal; cuando se trataba de contar algo, lo hacía con cierto cuidado, eligiendo las palabras por usar”, dijo Metalli, quien desde entonces mantiene una especie de “sociedad creativa” con Verónica. “Conversamos y ella selecciona un episodio, un aspecto que le impactó y que puede transformarse en una historia, que, a medida que transcurre el diálogo, se enriquece de personajes, hechos, nexos. Siempre empieza escribiendo ella y cuando se cansa, le presto los dedos y ella me va contando”, explicó Metalli, que edita los escritos de la niña.
Como en un sueño, pudo saludar al papa Francisco, que la abrazó y besó con gran calidez, durante la audiencia general de los miércoles, en la Plaza de San Pedro, y le regaló su quinto y galardonado libro, dejándole una dedicatoria muy especial. “Le dije al Papa que lo quería mucho. Y él me dijo que le habían dicho que era muy buena escribiendo y que rezara por él. Y por el abrazo, me di cuenta que me quería mucho”, contó Verónica, sin ocultar su emoción.
Del diario La Stampa, de Milán, Italia
« ¡Eres muy buena escritora!»
Del diario La Stampa, de Milán, Italia – 2 de junio de 2016
Al final de la Audiencia, Francisco abrazó a la chica argentina de trece años que ganó el premio Elsa Morante juvenil con la novela «El ladrón de sombras»
Andrea Tornielli – Ciudad del Vaticano
« ¡Me dijeron que eres muy buena escritora!». Papa Francisco saludó de esta manera, al final de la Audiencia general de hoy, a una emocionadísima Verónica Cantero. La chica argentina que vive en la ciudad de Campana y que vive inmovilizada debido a una lesión cerebral que sufrió durante el parto; es una joven escritora. Su último libro, «El ladrón de sombras» (Edizioni Pagina), fue publicado en Italia y resultó vencedor del premio Elsa Morante juvenil, que fue entregado el pasado lunes 30 de mayo en los Baños de Helena de Nápoles.
En compañía de su mamá, Cecilia Cantero, Verónica escribió, mientras esperaba la llegada del Papa, una dedicatoria para él en el libro que le habría regalado: «Querido Papa Francisco, ¡te dedico este libro para agradecerte por todo lo que me has enseñado! Me has enseñado a usar mi ojo de vidrio y mi ojo de carne, porque esto es un sueño para mí, un sueño que vivo desde hoy. Agradezco a Dios por esto y por todo. Verónica». La referencia al uso de ambos ojos es una cita de un pasaje del discurso que pronunció el Papa en septiembre del año pasado durante su encuentro con los jóvenes de La Habana, durante el viaje a Cuba. En aquella ocasión, el Papa dijo estas palabras: «Un escritor latinoamericano decía que nosotros los hombres tenemos dos ojos: uno de carne y uno de vidrio. Con el ojo de carne vemos lo que vemos. Con el ojo de vidrio vemos lo que soñamos. Bonito, ¿no es cierto? En la objetividad de la vida, debe entrar la capacidad de soñar. Y un joven que no es capaz de soñar está encerrado en sí mismo».
El jurado de expertos, presidido por Dacia Maraini, seleccionó los tres libros finalistas, pero un jurado de 900 alumnos de las escuelas secundarias y preparatorias tomó la decisión final y otorgó a la joven escritora que llegó de Argentina el primer premio. Con su sencillez, su alegría de vivir y su mirada abierta y positiva sobre la realidad, la joven escritora argentina conquistó a todos durante la ceremonia de premiación. Verónica aconsejó a sus coetáneos que leyeran mucho, «porque si lo hace, podrán soñar siempre. Hay que observar la realidad porque siempre se encuentran historias. Este premio es un sueño que se vuelve realidad, lo deseaba pero no pensé que habría logrado obtenerlo de verdad.