Se exhibe hasta el 3 de julio de 2016
La vida y la obra del pintor renacentista Michelangelo Merisi “il Caravaggio” son relatadas de manera inédita a través de un video-instalación abierta al público en el Palacio de las Exposiciones de Roma.
Caravaggio Experience es el título de la video-muestra, que en vez de exponer los cuadros del famoso artista italiano, lleva al visitante a conocer en detalle su obra con imágenes engrandecidas que también relatan su historia personal.
Esto no es una exposición común. Los visitantes tienen la oportunidad de ver, oír, oler y sentir Caravaggio. Los amantes del arte están invitados a sumergirse en el mundo del pintor italiano Caravaggio.
Inaugurado a finales de marzo, la Experencia Caravaggio, cuenta con una batería de 33 proyectores de vídeo, una serie de 57 lienzos del pintor, considerado por los expertos como uno de los fundadores de la pintura moderna.
Claudio Strinati, historiador del arte, recuerda que «cuando se va a una exposición, sube pinturas o esculturas, en función de la información del trabajo y galería. Aquí hay estímulos, las imágenes se presentan como si fueran apariciones, como si fueran caracteres procedentes de un mundo distante a nuestro espacio”. Los organizadores garantizan que se trata de «una experiencia sensorial completa.»
Asegura que «Caravaggio es un pintor de las personas, los personajes. Y este tipo de pantalla es muy centrado en estos personajes, aislándolos de una manera muy diferente de habitual. Esto hace que los investigadores o incluso los estudiantes de historia del arte puede centrarse en ciertos detalles que de otro modo no sería posible”.
“Alejándose de todo intento de revisión científica, la iniciativa nació con el objetivo de dar la posibilidad de observar y conocer de una nueva manera la obra de Caravaggio, a través de un flujo de emociones, fruto del gozo puro de la obra y mediante proyecciones y engrandecimientos de altísima calidad”, dijo.
Con una duración de 50 minutos, este «tour» se exhibe hasta el 3 de julio. En el otoño se trasladará a Nápoles. El año que viene va a presentarse en diversas partes del mundo.
El recorrido de la instalación, que estará abierta hasta el 3 de julio próximo, inicia con el tema Luz, elemento característico de la obra de Caravaggio e incluye la reproducción de cuadros como La vocación de San Mateo.
Después se prosigue con el tema el Naturalismo, con los cuadros Baco, El amor triunfante, y Los músicos, para pasar después a la Teatralidad y a la Violencia y terminar con los Lugares de Caravaggio.
Michelangelo Merisi da Caravaggio
Nació en Milán el 29 de septiembre de 1571 y falleció en Porto Ércole el 18 de julio de 1610, siendo un pintor italiano activo en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre los años de 1593 y 1610. Es considerado como el primer gran exponente de la pintura del Barroco.
Salvo en sus principios, Caravaggio produjo mayoritariamente pinturas religiosas. Sin embargo, a menudo escandalizaba y sus lienzos eran rechazados por sus clientes. Dos de los reproches habituales eran el realismo de sus figuras religiosas rozando el naturalismo temprano, así como la elección de sus modelos entre la gente de más baja condición.
En lugar de buscar bellas figuras etéreas para representar los actos y personajes de la Biblia, Caravaggio prefería escoger a sus modelos de entre el pueblo: prostitutas, chicos de la calle o mendigos posaron a menudo para los personajes de sus cuadros. Para La Flagelación, compuso una coreografía de cuerpos en claroscuro con un Cristo en movimiento de total abandono y de una belleza carismática. Para el San Juan Bautista con el carnero, muestra a un jovenzuelo de mirada provocativa y en posición lasciva –se decía que el modelo era uno de sus amantes.
La posición de la Iglesia al respecto da testimonio de cierta esquizofrenia: por una parte, este tipo de vulgarización de la religión le interesa mucho en una época en la que la contrarreforma se extiende por la Italia católica, con el fin de mostrarse bajo una apariencia humana en contraste con la austeridad pregonada por el protestantismo: por otra parte, la representación de los santos bajo rasgos vulgares de golfos salidos de los bajos fondos fue juzgado incompatible con los valores de pureza y de santidad quasiaristocráticos que transmitía la Iglesia de aquella época.
Este sentimiento se reforzó por la elección de Caravaggio de preocuparse enormemente por el realismo en la ejecución de sus figuras: rechazaba corregir las imperfecciones de sus modelos para representarlos más «bellos» o de un modo más acorde a las visiones que la Iglesia tiene de sus santos. Por ejemplo, la primera versión de su San Mateo y el ángel fue rechazada no sólo por la sensualidad del ángel, que fue juzgada como trivial, sino también por la suciedad de los pies del santo, minuciosamente reproducida del modelo.
La pintura de Caravaggio que causaría el mayor escándalo a los ojos de la Iglesia fue La muerte de la Virgen, por la representación tan realista del cuerpo de la Virgen María con el vientre hinchado -acompañado de sulfurosos rumores según los cuales el modelo habría sido el cadáver de una prostituta encinta ahogada en el Tíber. Así, la consideración de la Iglesia católica hacia Caravaggio y sus cuadros oscilará de un extremo a otro de su carrera entre el acogimiento entusiasta y el rechazo absoluto. El pintor encontrará en ella sus mayores protectores –como el cardenal Del Monte- así como a sus más grandes enemigos.
En 1606 asesinó a un hombre durante una reyerta, por lo que huyó de Roma pues las autoridades habían puesto precio a su cabeza. En 1608 se vio nuevamente envuelto en otra riña, lo que se repitió más tarde en Nápoles hacia 1609, ocasionado posiblemente por un atentado en su contra, realizado por sus enemigos. Tras estos incidentes, su carrera fue decayendo, lo que le ocasionó una depresión que degeneró en su muerte dos años más tarde.
La contrarreforma motivó la necesidad de crear más iglesias para difundir la doctrina, por lo que las pinturas fueron imprescindibles para su decoración. La Contrarreforma necesitaba buscar un nuevo arte que expresase de mejor forma la doctrina católica en contraposición al protestantismo. Tomando como base las reglas del manierismo, Caravaggio creó una nueva forma de naturalismo, en la que combinó figuras cerradas con la observación física, dramática y teatral de los objetos, a lo que sumó el aprovechamiento del claroscuro, es decir, el uso de luces y sombras.
En su tiempo Caravaggio fue famoso, apreciado, reconocido y además ejerció gran influencia sobre sus contemporáneos. Sin embargo, en siglos posteriores su fama fue eclipsada por otros pintores de su época como Poussin, Rubens o Rembrandt, si bien todos ellos acusaron su influencia en mayor o menor medida. Sin embargo, no sería hasta el siglo XX cuando su figura recobrara importancia al estudiarse nuevamente el arte barroco italiano. Desde el estudio del barroco, se pudo apreciar nuevamente al manierismo, y con él a Caravaggio. Andre Berne-Joffroy, secretario de Paul Valéry, dijo acerca del artista italiano: «Caravaggio comenzó con su arte algo simple, la pintura moderna».
Primeros años (1571–1592)
Caravaggio nació en Milán, donde su padre, Fermo Merisi, trabajaba como administrador y arquitecto decorador del Marqués de Caravaggio, ciudad de la que más tarde tomaría el nombre. Su madre Lucía Aratori provenía de una familia adinerada del mismo lugar. En 1576 la familia se mudó a Caravaggio debido a la peste que azotó Milán. El padre de Caravaggio falleció en 1577. La cercanía con las familias Colonna y Sforza, ayudaron más tarde a Caravaggio en su carrera.
En 1584 entró a trabajar como aprendiz del pintor lombardo Simone Peterzano, quien fue descrito en el contrato como pupilo de Tiziano. Tras concluir su aprendizaje comenzó a moverse en el circuito Milán-Caravaggio, y probablemente visitó Venecia, donde debió conocer las obras de Giorgione, (las que Caravaggio fue acusado de copiar) y de Tiziano. Su familia le mostró el patrimonio artístico y cultural de Milán, su ciudad natal, donde tuvo la oportunidad de conocer la obra La última cena de Leonardo da Vinci. El arte milanés, era, en sus propias palabras «un estilo en el que valoraba «la simplicidad y la atención al detalle naturalista», y que estaba más próximo al naturalismo de Alemania que a la formalidad y la grandeza del manierismo romano».
Roma (1592–1600)
Hacia mediados de 1592 Caravaggio llegó a Roma, «desnudo y extremadamente necesitado, sin una dirección fija y sin provisiones… además corto de dinero».Pocos meses después comenzó el trabajo exitoso que no concluiría hasta dejar Roma. Contactó con Giuseppe Cesari, pintor de cámara de Clemente VIII, «pintor de flores y frutos», quien le ofreció trabajo en su taller de pintura. Caravaggio pintó varios cuadros durante esa época, entre los que se incluyen Muchacho cogiendo fruta (su primera pintura conocida), Cesto con frutas y Baco, supuestamente un autorretrato realizado tras una convalecencia posterior a su salida del taller de Cesari. Estas tres obras demuestran una particularidad física, —un aspecto de su realismo—, por el cual Caravaggio adquirió renombre.
Caravaggio abandonó el taller de Cesari en enero de 1594, decidido a abrirse paso por su propia mano. Su fortuna económica estaba en su punto más bajo pero fue entonces cuando comenzó a forjar importantes amistades, como el pintor Próspero Orsi, el arquitecto Onorio Longhi y el joven siciliano Mario Minniti. Orsi, establecido en las altas esferas de la ciudad, le introdujo con los grandes coleccionistas; Longhi, más hostil, le llevó al mundo de las peleas callejeras romanas, mientras que Minniti le sirvió de modelo y años más tarde fue su ayudante en Sicilia.
La buenaventura es su primera composición con más de una figura, en la que muestra a Mario engañado por una niña gitana. Este tema fue un poco nuevo para la sociedad romana y además demostró una increíble influencia sobre el arte italiano, pero eso ocurrió en el futuro pues en su época Caravaggio lo vendió por una pequeña suma de liras. Los jugadores de cartas —que muestra otra poco sofisticada forma en que un chico cae en la trampa de los jugadores de cartas— es psicológicamente más compleja que sus anteriores obras y por ello fue considerada como su primera obra maestra. Al igual que La buenaventura, fue inmensamente popular, y de ella sobreviven alrededor de cincuenta copias.
Más importante aún, fue atraída por el patronato del cardenal Francesco María Del Monte, en Roma. Para el cardenal y su círculo amante del arte, Caravaggio ejecutó un gran número de obras de cámara, como Los músicos, Apolo tocando el laúd, una copia de su Baco y una alegoría realista, Chico mordido por una lagartija, en la que Mario destaca como modelo.
Caravaggio adquiere una nueva forma de realismo, pues por primera vez le son encargados trabajos religiosos. La contrarreforma necesitaba adornar sus vistosos templos, y Caravaggio fue uno de los comisionados para ilustrar sus nuevos templos. La primera de estas pinturas fue Magdalena Penitente, en la que muestra a la pecadora bíblica abandonando su vida de cortesana y sentándose a llorar en el piso, mientras sus joyas se encuentran tiradas a su alrededor. «No parece una pintura religiosa del todo, ¿una chica sentándose a llorar en el piso mientras seca su cabello? ¿Dónde queda el sufrimiento, la redención, la promesa de salvación».
Esto es entendido a la manera lombarda, no tan histriónicamente como los romanos. Este estilo de pinturas fue repetido en sus siguientes trabajos, también eclesiásticos: San Francisco de Asís en meditación; San Francisco de Asís en éxtasis, Los músicos, Descanso en la huida a Egipto, Marta y María Magdalena y David con la cabeza de Goliat. Al ser presentados públicamente, estos cuadros catapultaron la fama de Caravaggio en el pueblo y en el gremio artístico. Pero esta reputación dependía totalmente de los encargos públicos, que eran necesarios para mantener satisfecha a la Iglesia.
El más famoso pintor de Roma (1600–1606)
En 1599, presumiblemente bajo la influencia del cardenal Del Monte, Caravaggio fue contratado para decorar la Capilla Contarelli, en la iglesia romana de San Luis de los Franceses. Los dos trabajos hechos para este encargo fueron: El martirio de San Mateo, y La vocación de San Mateo, entregados en 1600. El tenebrismo se mostró una vez más en estos trabajos, aumentando el claroscuro y un realismo barroco muy emocional. Este claroscuro se realizaba mediante el contraste de luces proyectadas sobre los elementos de la obra, otorgándoles mayor importancia a unos sobre otros. De ahí que mediante esta técnica le aplicase cierta esencia tenebrosa a la obra. Fue criticado por su excesivo realismo y por no usar dibujos preparatorios.
Mientras que algunos de los pintores italianos aclamaron a Caravaggio por estas obras, que lo encumbraban, siempre desde su punto de vista, como maestro del arte religioso italiano: «Los pintores romanos de la época fueron sorprendidos grandemente por estas pinturas, principalmente los jóvenes. Éstos se reunieron en un círculo en torno al pintor, aclamándole como el mejor artista de la naturaleza y considerando su obra como un milagro».
En La vocación de San Mateo, Caravaggio muestra un haz de luz entrando por una ventana, que expresa simbólicamente la conversión de Leví en Mateo. Otras alegorías a la redención del cobrador de impuestos son la bisagra de la puerta sostenida por los ángeles, a partir de nubes u otros artefactos.
Caravaggio siguió haciendo durante algún tiempo encargos religiosos, en los que destacaba la muerte en figuras grotescas de martirios, decapitaciones y asesinatos. Para la mayoría de la gente romana, estas obras aumentaron la popularidad del pintor, mientras que para algunas personas les parecía violento y sin el verdadero sentido de la doctrina católica, por lo que Caravaggio debió rehacer algunas pinturas sin el sentido violento característico de su obra.
Justo en ese año surgió el primer gran escándalo de su carrera: Caravaggio debía pintar a San Mateo inspirado para escribir su evangelio, junto a un ángel que supuestamente le dictaría las divinas enseñanzas. Pero Caravaggio, joven y sin experiencia en trabajos religiosos, representó al santo como un hombre viejo, parecido a un jornalero, con la frente arrugada y sosteniendo torpemente el libro, como si estuviese cansado. El ángel fue pintado como un adolescente, casi niño, que llevaba la mano de Mateo cual maestro que enseña a escribir al alumno. Como era de esperarse, la obra fue rechazada por el clero y el pueblo, por considerarla una falta de respeto hacia el santo. Caravaggio debió pintarla de nuevo, ateniéndose a los cánones más ortodoxos de la pintura sacra. El primer cuadro se conservó, hasta que fue destruido en el siglo XX.
La muerte de la virgen, le fue encargada a Caravaggio por un acaudalado jurista, quien pensaba ubicar el cuadro en su capilla personal, mantenida por carmelitas. Éstos rechazaron terminantemente el cuadro en 1606, y el contemporáneo de Caravaggio, Giulio Mancini recuerda que el hecho que motivo tal rechazo fue que el pintor usó a una reconocida prostituta como modelo para la Virgen; Giovanni Baglione, otro contemporáneo, relata que otro punto por el que la obra no obtuvo aceptación fue que la virgen tenía las piernas desnudas,un problema de decoro en cualquier caso. La muerte de la Virgen, fue comprada por el Duque de Mantua por consejo de Rubens, como un obsequio para el monarca Carlos I de Inglaterra. Finalmente entró en la corte francesa en 1671.
Una de las pocas pinturas de carácter secular y no religioso de aquella época fue El triunfo del amor, pintada en 1602 para Vincenzo Giustiniani, miembro del círculo social del cardenal Del Monte. La obra muestra a un Cupido desnudo, cargando un arco y unas flechas, mientras pisotea los símbolos de las artes, las ciencias y el gobierno. El modelo está desvestido, y es difícil aceptar que se trate de uno de sus siervos. El punto culminante que relaciona esta pintura con las religiosas es la intensa ambigüedad con la que el pintor maneja los modelos de diferentes posturas, ya sea sacra o profana.
Exilio y muerte (1606-1610)
Caravaggio tuvo una vida tumultuosa. Con una gran capacidad de enfrascarse en riñas, muchas de ellas fueron en los mismos lugares e incluso se le llegó a procesar por esto. La noche del 29 de mayo de 1606 mató, probablemente por accidente, a un hombre llamado Ranuccio Tomassoni. Anteriormente, sus mecenas le protegieron de posibles acciones judiciales en su contra, motivadas por riñas, pero esta vez fue diferente. Con una orden de aprehensión a sus espaldas y fuera de la ley, Caravaggio huyó a Nápoles. Ahí, bajo la protección de los Colonna, la autoridad romana veía mermado su poder. Pronto se convirtió en la estrella de la pintura napolitana. En esta etapa realizó Siete acciones de misericordia y la Madonna del Rosario, entre otros.
Luego de este suceso, Caravaggio permaneció unos meses más en Nápoles y finalmente marchó a Malta, al cuartel de los Caballeros de Malta. Se piensa que su viaje fue patrocinado por Alof de Wignacourt, Gran Maestre de la Orden, y quien colaboró para el indulto al pintor en el caso Tomasonni. De Wignacourt estaba tan satisfecho con el trabajo del pintor, que le indujo a ser Caballero de Malta.
Luego de su expulsión de Malta, Caravaggio se asentó en Sicilia, con el apoyo de su viejo amigo y discípulo Mario Minniti, quien ahora estaba casado y vivía en Siracusa. Juntos realizaron una gira de trabajo por Siracusa, Mesina y la ciudad capital, Palermo. En esos años, Caravaggio continuó realizando trabajos bien pagados, como La sepultura de Santa Lucía, La resurrección de Lázaro y La adoración de los pastores. Su estilo siguió evolucionando, con la particularidad de que ahora se mostraban en sus cuadros figuras aisladas ante un enorme vacío.
Las críticas contemporáneas han definido al Caravaggio de esa época como hosco e insociable, que dormía armado y estaba inseguro de su suerte. Su vida se vio muchas veces reflejada en su obra, la de ese tiempo es burlona y satírica, especialmente con los pintores locales.
Después de nueve meses en Sicilia, Caravaggio regresó a Nápoles. De acuerdo a una de sus más recientes biografías, en Nápoles estaba a salvo del acecho de sus enemigos, bajo la protección de los Colonna. Además, ya había obtenido perdón, gracias al nuevo Papa, el cardenal Camilo Borghese (posteriormente Paulo V) y pudo regresar a Roma.
En Nápoles realizó La negación de San Pedro y El martirio de Santa Úrsula, su última pintura. Nuevamente, el estilo de Caravaggio evolucionaba. En El martirio de Santa Úrsula la santa atraviesa uno de los momentos de mayor intensidad, acción y drama en su martirio, cuando la flecha disparada por el rey de los hunos, la hiere en sus senos. Todo esto diferencia especialmente el cuadro de otros, caracterizados por la inmovilidad de sus modelos. La vivacidad del cuadro abrió una nueva etapa en la carrera del pintor.
Una de sus obras más conocidas de la época es La negación de San Pedro. En el claroscuro de esta pintura, dos mujeres señalan con sus dedos a Pedro, mientras que un soldado completa el trío. De esta manera, Caravaggio representó simbólicamente las tres negaciones de Pedro hacia Cristo. En el verano de 1610 tomó un barco rumbo a Roma para poder ser indultado, lo que consiguió gracias a sus influyentes amistades romanas.
Los extraños sucesos acontecidos en Roma fueron objeto de muchas suspicacias populares. El 28 de julio un «aviso» (periódico privado de Roma para la corte de Urbino.) anunció que Caravaggio había muerto. Algunos días más tarde otro «aviso» afirmó que el pintor había muerto de fiebre en Porto Ércole. Las confusiones generadas por el segundo aviso fueron tan grandes que nunca se supo a ciencia cierta la verdad, pero el cuerpo no se encontró. Un poeta, amigo íntimo del pintor, dio como fecha de su muerte el 18 de julio, víctima de fiebre en Porto Ércole, cerca de Grosseto, en Toscana.