Oriunda de Bahía Blanca, la Teniente Melo de la Armada Argentina, Ingeniera Química, es la primera mujer en el Batallón Antiaéreo. Es la jefa de Batería de Comando y Apoyo Logístico donde tiene 38 personas a cargo.
La Teniente de Fragata Luisa Melo es la primera mujer ingeniera química del Batallón Antiaéreo que pertenece a la Fuerza de la Infantería de Marina de la Flota de Mar. “Soy la única mujer y hoy puedo decir que en este destino aprendí mucho y me siento como en casa”, contó.
Con una orientación en Acción Misilística, actualmente es la jefa de la Batería de Comando y Apoyo Logístico y desarrolla tareas en comunicaciones, control tiro y en la Central de Comunicaciones. Hace casi dos años que se encuentra destinada en este batallón con asiento en la Base Naval Puerto Belgrano y tiene a cargo 38 personas.
“Como jefa de Batería tengo que conocer al personal, por eso trato de hablar con ellos y de saber lo que opina cada uno. Siempre voy a cada oficina e intercambiamos ideas; sin dudas, la única manera de aprender es cuando uno hace”, resaltó la Teniente Melo.
Siendo la única mujer comentó que vivió muchas experiencias con los infantes de Marina: “Desfilé con ellos y me fui de campaña con la mochila al hombro marchando como cualquier otro; la verdad que me adapté muy bien porque me sentí una más sin considerar la distinción de género”.
Esta ingeniera química ingresó a la Armada Argentina en el 2012 con 29 años y su primer destino fue el Taller de Misiles del Arsenal Naval Puerto Belgrano donde ocupó el cargo de jefa de personal. También en ese destino había sido la única mujer de esa profesión.
Luisa vive en Bahía Blanca y está acompañada por su madre y hermanos. Desde muy pequeña sabía lo que significaba la palabra sacrificio gracias a que su abuela materna siempre le mencionaba que en la vida todo se logra superando miedos y obstáculos. Recuerda que en su paso por la Universidad Nacional del Sur (UNS) trabajó durante los años de carrera para poder pagarse sus estudios y gracias a su sacrificio y esmero logró recibirse en 2011.
Desde muy chica le llamaba la atención el uniforme de los infantes de Marina y hoy lo viste. Cuando Luisa Melo egresó de la UNS tenía varias opciones para continuar su futuro pero la Armada la enamoró y no dudó en ingresar. “En ese momento me ofrecieron lo que yo necesitaba luego del gran esfuerzo que hice para pagar mis estudios”.
De su familia es la única que pertenece a una fuerza militar y todos comparten con alegría las anécdotas que Luisa les narra cada vez que se reúnen. Recuerda con mucha nostalgia y amor a su abuela quien la crió, viviendo en diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires porque sus abuelos se dedicaban a trabajar en el campo; sin dudas fue una de sus grandes maestras de la vida que la guió en el camino personal a seguir.
Sus grandes amigos son sus compañeros de la carrera universitaria y comentó que les llama mucho la atención las actividades que realiza en la Marina: “Cada vez que les comento lo que hago se quedan asombrados. Lo ven como algo muy interesante”.
Recuerda que su primera experiencia en el terreno fue una prueba de tiro por parte del Batallón Antiaéreo: “Apenas salida de la Escuela de Oficiales de la Armada, los dos jefes de mi primer destino preguntaron quién quería hacer una prueba de tiro y yo fui la primera en postularse. Estaba con mi uniforme de diario en el terrero –recuerda entre risas– y subí al cañón con mis zapatitos y tiré. Me encantó y después el batallón terminó siendo mi segundo destino; fue una gran conexión”.
Mujer perseverante y con ideas claras, siempre atravesó cualquier tipo de obstáculo en su vida. Nunca olvidará su paso por la Escuela Naval Militar: “Cuando ingresé, una de las pruebas físicas era en la pileta, yo apenas sabía nadar e incluso le temía mucho al agua. Aproveché cada momento en la escuela para perfeccionarme en nadar hasta que saqué un 100 como calificación. Una alegría inmensa. Creo que de eso se trata, de superarme continuamente en la vida”.
A partir de su formación en la Institución y de vivir diferentes experiencias, explicó que para ella la Armada significa compromiso, dedicación y un continuo aprendizaje. Mencionó que servir a la Patria es estar al servicio del ciudadano: “Sin ir más lejos, las actividades que desarrollaron los infantes de Marina apagando el fuego producido en Cholila durante los primeros meses del año o incluso las inundaciones de estos últimos tiempos, son ejemplos que demuestran el servicio por la Patria”, dijo orgullosa la Teniente Melo.
Después de dos años de estar destinada en el batallón, le asignaron como tercer destino para febrero del 2016 el destructor ARA “Sarandí” con apostadero en la Base Naval Puerto Belgrano: “Ahora que me voy a este buque voy a extrañar a mi personal, aquí aprendí mucho, ahora me espera otro desafío. Tengo una personalidad que me encariño con las personas y me cuesta ir dejando los destinos anteriores”, concluyó la Teniente de Fragata Luisa Melo.
Su optimismo y perseverancia son cualidades que fluyen en su vida. Una experiencia nueva la espera el año que viene para demostrar su profesionalismo y su compromiso con la Armada Argentina.
Fuente: www.gacetamarinera.com.ar