Comenzó un nuevo campeonato de la máxima división del fútbol argentino. Lo hizo con prometedores partidos con buena cantidad de goles: 3 de Godoy Cruz, 3 de Independiente y cuatro en los triunfos de Racing y Rosario Central, 3 a 1 en ambos casos. Claro, advertidos, los partidos de domingo y lunes fueron más mezquinos, terminando con escaso marcador, raspando el 0 a 0, como en Boca-NOBoys y Tigre-Vélez.
Tengo para mí que de haberse jugado la fecha en forma completa en el mismo día, hubiéramos protagonizado partidos con más goles, al menos postergando por una semana el temor escénico a una derrota contundente.
Parecieron prometedores los comienzos de Godoy Cruz, Racing (ver comentario), Independiente y Rosario Central, con el interrogante expresado antes, de que habrá que observar en próximos partidos la actitud de cautela que podrían asumir sus próximos rivales. Sin alcanzar niveles superlativos fueran buenas las actuaciones de esos equipos victoriosos.
El que si nos sorprendió en cambio, saliendo por un momento de la primera división, fue Huracan en el inicio del Torneo de transición de la Primera B Nacional. Hacía mucho no veíamos un futbol tan atildado, armonioso, de buena técnica y ataque eficaz como el demostrado por el “globito”. En buena hora por el honor a su historia y la recuperación de su presente. Dentro de un conjunto que tuvo a jugadores de destacada actuación, merecen citarse a Federico Mancinelli, nunca debidamente elogiado y sobre todo a Patricio Toranzo, quien deleitó a espectadores con su capacidad técnica y organizativa. Cuesta entender, a la luz de lo visto al día siguiente en el partido que protagonizó Boca (ver comentario), como estuvo Gago en la selección nacional y no Toranzo, solo por citar a quien del que nos estamos ocupando, pues igual comparación podría hacerse con varios otros, superiores en juego al centrocampista de Boca Juniors.
Volviendo a Huracan debemos advertir que el hecho de que en el presente torneo de la primera B Nacional haya ¡10 ascensos! favorece a la descomprensión para intentar privilegiar el buen fútbol por sobre la consecución de resultados. Difícilmente se pueda bajar de un segundo o tercer puesto, si por razones fortuitas las buenas actuaciones no se correspondieran con los resultados.
De igual manera hay que decir del torneo de primera división. El hecho de que el actual no contemple descensos permitirá el desarrollo de partidos más distendidos que siempre obran a favor de un mejor juego.
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Defensa y Justicia 1 – Racing 3
Una gran expectativa había despertado Racing con las muchas contrataciones dispuestas para tratar de revertir la mala campaña del torneo anterior. Como de igual manera la había entre los parciales del conjunto de Florencio Varela con respecto a sus posibilidades de participación en la primera división, sucedido por primera vez en su historia.
Racing contrató mucho y bueno, más fácilmente advertido después de esta primera presentación. Sin dudas la mejor de ellas es el regreso de Diego Milito, uno de los mejores centro fowards, centro atrás dicho en castellano, del fútbol argentino, tan proclive a confundir esa posición con el de “9 de área”, posición inexistente en las formaciones de equipos. El centro foward o 9 si se prefiere, es quien organiza el ataque en la etapa de definición de la jugada, abriendo a las puntas para recibir el centro atrás, de allí su nombre. Esto es lo que Milito hace a la perfección muy por encima de otros “elegidos” para el puesto como Higuain o Agüero, sin desmedro de la calidad de ambos. Por supuesto el mejor para esa posición es sin dudas Messi, pues adosa una indefendible gambeta, más precisión en el pase a las puntas (si hay, claro) y su notable capacidad de definición. Pero a Messi, hasta donde he visto, no se le ha encontrado el puesto y él no lo busca, obediente como debe ser a los directores que no dirigen.
Pero estábamos con Milito y este Racing que sumó además a buenos interiores como Acuña y Díaz, ambos desaprovechados en los primeros minutos y buenos paradores como Lollo y Grimi. Dicho de estos por lo visto en este primer partido. Queda por ver como se desenvuelven Nico Sanchez, el centrocampista Acevedo (muy promocionado y rápidamente expulsado) y Castillón (jugó pocos minutos). De Pillud y Aued se conoce su eficiencia y Hauche, el otro “sobreviviente” tuvo una destacada actuación.
Esos buenos desempeños fueron suficientes para superar a un rival que se vio en los primeros minutos ordenado, bien parado y enjundioso, aunque abusando del juego fuerte, lo que finalmente conspiró en su contra. Su táctica y la estrategia planteada demoraron a Racing en la búsqueda del arco rival, aunque la decisión con que lo buscó presagiaba su concreción a punto de que se precisara en las combinaciones. La equivocada ubicación de alguno de los elementos como queda dicho, no fue óbice para que la mejor técnica individual terminara por superar la resistencia del adversario. De todas maneras no es poco para un equipo de un Club como Racing, donde la capacidad individual sucumbe ante la impaciencia de dirigentes que transmiten a los hinchas.
Si logra acertar en la posición de sus elementos podrá convertir esa buena capacidad individual en una eficiente tarea equipista que le dará más triunfos que derrotas. Defensa y Justicia deberá calmar sus ímpetus y apostar más al juego en conjunto porque cuando lo hizo no pareció tanto menos que lo que indica el 3 a 0 (el uno fue un accidente), prematuramente soportado.
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Boca Juniors 0 – NO Boys 1
Comentar un partido de fútbol que la gran mayoría de los interesados ha visto, a raíz de esta suerte de distracción masiva impuesta por el gobierno a través de la televisación de todos los encuentros, resulta redundante si se considera al público argentino como debidamente entendido en la materia, aunque a veces confundido, sobre todo por los comentaristas. La más notoria de esas confusiones es la de considerar al fútbol un deporte de contacto. Si hay algo que precisamente este deporte tiene por prohibido en el reglamento, es el contacto físico. El hecho de que el mismo miembro del cuerpo, el pié, sirve de medio para trasladar el elemento con el que se juega, la pelota y a su vez sea el sostén y transporte del cuerpo, hace que cualquier contacto con otra parte del cuerpo, que no sea el pié, sea considerada sacar ventajas.
De modo que se me ocurre buena manera de comentar lo sucedido en un partido como aporte al mejoramiento de la calidad de los espectáculos. Y de la cual, este Boca-Newels, tuvo poca. Valga regresar a ese concepto de sacar ventajas con el uso indebido de manos, brazos y cuerpos de lo cual Boca hace abuso, desde cuando dejó de privilegiar el buen juego que lo caracterizó, hace ya varias décadas.
Me viene a la memoria una jugada donde un defensor de Boca empuja por la espalda, con su hombro a un adversario. El árbitro, como correspondía, cobró falta del defensor. No solo éste, sino también el entrenador Bianchi, se quejaron, airada y absurdamente. Vale recordar que la única forma que está permitido el empujarse, hombro contra hombro y con los brazos pegados al cuerpo, es cuando la pelota está a igual distancia de ambos contendientes. Jamás de atrás. Nunca cuando la pelota está en posesión de uno de los dos.
Con lo cual vamos entrando en el terreno de analizar el partido que no puede hacerse sino a través de esta táctica impuesta por Boca y la atemorizada de Newels de esperar con muchos hombres atrás, apostando a la capacidad de Scocco o la sorpresa de ese chico Tevez, al final el jugador decisivo para determinar el resultado con su gol conseguido, con un remate lejano aunque potente y bien dirigido y tardíamente advertido por el arquero de Boca.
Y claro, al hablar de este Tevez, uno no puede menos que recordar la promocionada contratación por parte de Boca del descubridor de talentos como denominaban a Griffa y que a la luz de los largos años sin aparición de jugadores destacados, suena a verso.
De modo que poco puede decirse de este Boca-Newels, pues poco mostraron. Uno por incapacidad, el otro por negación a jugar de igual a igual. Pareció que con Chavez y sobre todo Castellani, Boca encontró un poco más de orden y profundidad, pero siguió contando con el contrapeso de Gago, el burrito Martínez y la prepotencia ineficaz de sus defensores.
Newels Old Boys se mostró eficiente contrarrestando los tibios embates de los atacantes boquenses, pero se sabe cuánto más fácil resulta destruir que crear. Para entusiasmarse resultó el debut de ese Tevez, que esperamos sea debidamente esperado cuando llegue su inevitable bajón, tras la declinación de la adrenalina que produce en los jóvenes la emoción de llegar a la primera división.