El rasgo distintivo de estos 12 años de kirchnerismo queda plasmado en los comentarios que hacen en nuestras páginas quienes adhieren al gobierno. Son insolentes, groseros, mal escritos, falaces, mal intencionados, violentos, discriminatorios, injustos. La mayoría son jóvenes, lógicamente mal instruidos en los pésimos programas educativos puestos al servicio de la mentira.
Los hay también adultos y viejos, cegados por una concepción totalitaria de décadas de formación nazi y comunista. Nada dicen nuestros comentarios que Macri sea la panacea o no tenga motivos para que pudiera ser criticado, en todo caso cuando gobierne, pero que él y sobre todo la gente que lo rodea, es algo distinto de lo que hemos conocido desde hace 60 años, es absurdo negarlo.
Tal es la visión distorsionada de la realidad que no se tiene acaso la necesidad de auto protegerse en la posibilidad de que gane Scioli con las consecuencias para ellos y el país y que irremediablemente llevarán a situaciones mucho menos deseable que todos los males con los que amedrentan sobre Macri.
La pelea entre mafias que se quedan sin sus negocios en la provincia de Buenos Aires, la re instalación de la guerrilla, la toma de tierras, las protestas de los corruptos dirigentes sindicales, la tarea criminal de los servicios de inteligencia, el copamiento de la justicia, la obstrucción de las investigaciones, serán las formas de la lucha por destrozar a la gobernadora Vidal y que llevará inexorablemente, a una guerra civil. Y esto no es meter miedo, solo es un dato de la realidad que surge de lo que ya estamos viendo hoy en los municipios del conurbano y otras situaciones que recibimos a diario en nuestra redacción que hablan de confrontaciones violentas entre los que hasta ayer nomás eran compañeros de “modelo” y ahora se prometen venganza.