La selección argentina de básquet superó con éxito su primer paso en el mundial, al vencer a Corea por 95 a 69. Aún cuando el resultado era el esperable en los papeles, nuestro seleccionado pudo ratificar el resultado con un gran juego colectivo.
Tras un primer cuarto parejo en el tanteador y en el que el juego interior se vio prácticamente negado para los dirigidos por Hernández, el equipo supo hallar la dinámica que lo caracteriza a través de la efectividad exterior.
El ingreso de Campazzo, quien no conformó el quinteto inicial por encontrarse recién recuperado de una lesión, fue clave para que el seleccionado encontrara su ritmo de juego. Posteriormente, Gallizzi realizó un buen aporte en ataque que sirvió para abrir el campo y que los externos jueguen con mayor libertad. La defensa coreana no pudo detener en ningún momento la efectividad de los tiradores argentinos (17/34 en triples). La diferencia en el tanteador comenzó a crecer, resultando en un último cuarto que pareció sobrar frente a la nula respuesta del equipo rival.
Más allá de la confianza que da ganar el primer partido y de la manera que se hizo, el trámite del mismo posibilitó el ingreso de todos los jugadores del plantel argentino, permitiendo la dosificación de energías y desgaste. Esto fue remarcado en las palabras del capitán argentino Luis Scola: “Está bueno que pudimos jugar los doce, que los debutantes en mundiales pudieran meter algunos puntos, tocar la pelota y meterse en el torneo. Además nos posibilitó no recargar las piernas. Tal vez en este momento del certamen no sea tan valioso resguardar energías, pero a la larga sí suma”.
La próxima prueba es contra Nigeria quien viene de perder en su debut frente a Rusia. Un partido clave para posicionarse bien en el grupo y lograr el pasaje a segunda ronda. Otro rival, otras características, otra prueba a superar, pero siempre con el mismo espíritu. El partido se podrá ver el lunes 2 a las 5:30hs de Argentina.
Foto: FIBA