La amistad es probablemente el mayor sistema de apoyo en el mundo. Aquella relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia.
Nada puede igualar la amistad. Es extraordinario en su beneficio. ¿Tomas tu tiempo para desarrollarla?
Hace unos días, le narré a mi hija Lucinda una fábula que solía contar mi abuela Feliciana…
“… Después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol. Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más travieso tuvo la ocurrencia de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:
- ¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a comerte para que aprendáis la lección!
El ratón, que estaba tan asustado que no podía moverse, le dijo temblando:
- Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré eternamente agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me necesites.
- ¡Ja, ja, ja! – Se rió el león mirándole – Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma va a ayudarme? ¡No me hagas reír!
Pero el ratón insistió una y otra vez, hasta que el león, conmovido por su tamaño y su valentía, le dejó marchar.
Unos días después, mientras el ratón paseaba por el bosque, oyó unos terribles rugidos que hacían temblar las hojas de los árboles. Rápidamente corrió hacia lugar de donde provenía el sonido, y se encontró allí al león, que había quedado atrapado en una robusta red. El ratón, decidido a pagar su deuda, le dijo:
- No te preocupes, yo te salvaré.
- Y el león, sin pensarlo le contestó:- Pero cómo, si eres tan pequeño para tanto esfuerzo.
El ratón empezó entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el león, y el león pudo salvarse. El ratón le dijo:
- Días atrás, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
El león no tuvo palabras para agradecer al pequeño ratón. Desde este día, los dos fueron amigos para siempre.
Los amigos son esas personas maravillosas que saben todo sobre nosotros mismos y todavía siguen interesándose. Perdí a uno de mis amigos más queridos cuando tenía 26 años por causa de cáncer. Es increíble saber que para consolidar la amistad se tarde tanto tiempo y que en unos segundos se puede derrumbar con tanta facilidad. Mi corazón y mi mente siempre lo recordara con alegría y nostalgia cuando se haga presente a través del recuerdo.
También todos tenemos amigos casuales, amigos que, si los llamas, dirían: «Oye, vamos a juntarnos a disfrutar de momentos juntos».
Es muy bueno tener amigos reales y amigos casuales. Siempre recuerdo aquel fragmento inspirador del cantante brasileño Roberto Carlos: “yo quiero amor siempre en esta vida, sentir calor de una mano amiga,….yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar”
La amistad significa entendimiento mutuo, afecto, respeto, comprensión, empatía. Los amigos disfrutan de la compañía mutua y se muestran leales los unos con los otros, hasta el punto de mostrar altruismo y suponer un punto de encuentro entre ellos. De un amigo también se dice que es aquel que no está sólo cuando las cosas van bien, sino también en momentos de dificultad.
Un verdadero amigo es aquel que se adhiere más estrechamente que un hermano es constante en su lealtad y amistad, acude en ayuda de su compañero angustiado y lo aconseja con fidelidad.
Un compromiso verdadero con los amigos implica también cultivar constantemente la relación de amistad, pues esta no nace de la nada ni es mantenida por el azar. Para crear y renovar una amistad donde haya crecimiento y satisfacción es necesario invertir tiempo, estar al tanto del otro y mantener distintos canales de comunicación.
Solía decir que si estaba atrapado en una cárcel extranjera en algún lugar acusado indebidamente, y, si me permitieran una llamada telefónica, llamaría a Ezequiel. ¿Por qué? Él vendría a buscarme. Ese es un verdadero amigo… alguien que vendría a buscarte.
¿Cuál es tu postura frente a la amistad?; ¿Cómo te observas en tu forma de ser amigo? ¿A quién le debes un llamado?
(*) David Guisande, Coach Ontológico, Director de A. A. C. www.sesioncoach.com.ar
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