Lo que era vox populi en Monte Hermoso, finalmente se hizo público. El secretario de deportes de la Municipalidad de ese balneario y entrenador del equipo de Hockey del Club Atlético Monte Hermoso, Horacio Asensio, largamente conocido por sus conductas inmorales, finalmente fue amenazado por un padre que, a sabiendas de sus comportamientos, reaccionó cuando tocaron sus sentimientos.
Asensio abruptamente, renunció a sus puestos en la Municipalidad y el Club y huyó del Balneario. Tras ello se sucedieron las conductas mentirosas, encubridoras, de todos los actores: El intendente Marcos Fernandez, el senador Alejandro Di Chiara, el presidente del Club, Claudio Espinoza (quien además se desempeña como asesor de prensa de Di Chiara) y hasta el mismo Anibal Fernandez. Y decimos actores pues fueron ellos quienes llevaron a Asensio a ocupar los puestos, ensalzaron su figura y hasta pusieron su nombre a la cancha de Hockey. A la luz de los testimonios recogidos, mucho antes de esto, se sabía de los oscuros comportamientos de Asensio.
Resulta muy miserable que intenten cubrirse diciendo que nunca hubo una denuncia. Se sabe que cualquier padre intenta proteger a su hija para que no se ande ventilando su nombre. Hasta tenemos que escuchar al fiscal decir que no puede hacer nada si no hay una denuncia, cuando este es un caso donde se constituyen varios delitos de hecho, como para avanzar en la investigación, a no ser que existan presiones políticas o dineros a cambio de que no lo haga. Por supuesto también cabe la posibilidad de su incompatibilidad para el cargo.
Ahora que conocemos los hechos, nos suena a burla, a ofensa a nuestra inteligencia, escuchar a todos estos funcionarios, mentir deliberadamente escudándose en que ningún padre hizo la denuncia.
Los padres de las chicas, que tienen también sus responsabilidades, son los menos culpables de todo el asunto. Quienes les pusieron el horizonte de promoción, de figuras mediáticas, de insertarlas como figuras en las promocionadas “leonas”, son estos cuya cabeza visible es el degenerado de Asensio.
Por supuesto que en esta nota no encontrarán nombres, pues nuestra intención no es escandalizar sino educar. A una sociedad que debe aprender a conocer los límites, a denunciar por el bien propio y de otros, a no callar, pues los hechos de corrupción, más temprano que tarde los afectarán.