Presentación del libro “Son el fuego de la historia”, de Beatriz Villar
Viernes 11 de Julio – 18:30 horas – Centro Cultural «Jacinto Oviedo» – Riobamba 434, Ciudad de Buenos Aires
El Centro Cultural «Jacinto Oviedo», nombre en homenaje al padre del Doctor Carlos Oviedo y de Pedro y Patricia Oviedo desaparecidos por los genocidas, invita a la presentación del nuevo libro de Beatriz Villar, «Son el fuego de la historia».
Presenta Lucía Medina – Artista invitada: Lucie Delahaye
Leerán textos y poemas: Natalia Ximena Quiroga, Licenciada en Musicoterapia y Profesora de Artes en Música, quien escribió la introducción del Capítulo 2 «Misión» y el marco del poema «Para Manuel un poema» del capítulo 4, que tituló «El potencial ilimitado de la vida»
Vanina Montes,nacida en la ciudad de Piñeiro Avellaneda. Estudiante de Periodismo en la UNDAV. Productora y conductora del programa radial Sin Careta de FM LA MOSCA 93.5 y Conductora de Kiñeketu de Radio Undav FM 90.3. Defensora de los derechos de la Mujer, convencida de que el Periodismo tiene un rol social fundamental para prevenir y denunciar esta y otras violaciones a los Derechos Humanos como el acceso a la vivienda, el trabajo, la salud y un medio ambiente sano. Ha realizado el marco histórico de mi poema «Millones de mariposas» para mi tercer libro «Soy» y está realizando los dedicados a los hermanos gauseño y al Maestro Raul García, alfabetizadores desaparecidos y asesinados de la ciudad de Pérez, Provincia de Santa Fe.
Lucía Medina,militante social y política, desde muy joven ha realizado trabajo social en distintos barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires, como la Villa 20. Hoy es militante de la Corriente Peronista por el Proyecto Nacional y parte del grupo fundador del partido Aluvión Ciudadano. En el año 2005 comenzó a trabajar en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, conducida por Eduardo Luis Duhalde. Hoy trabaja acompañando los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad que comenzaron tras la derogación de las leyes de la impunidad, llevada adelante por el ex Presidente Néstor Kirchner. Ha escrito junto al Dr Carlos Oviedo, la introducción del Capítulo 1 «Identidad» de mi tercer libro «Soy» y el marco histórico de referencia del poema «Imaginó al pueblo dueño» de este libro, dedicado al militante salteño desaparecido José Antonio Cortez. y a su compañera Elizabeth Frers, asesinada por los genocidas. Actualmente está trabajando en el marco de referencia para la letra de la zamba de Beatriz Villar, dedicada a la Señora Kaneko Ikeda, que formará parte del capítulo dedicado a las mujeres del próximo libro «Soy».
Se espera con gran expectativa las palabras de cierre del Doctor Carlos Oviedo. Es médico psiquiatra y sanitarista. Militante en defensa de los Derechos Humanos, sufrió la desaparición de sus dos hermanos, Pedro y Patricia, durante la última dictadura cívico militar. Fue director del hospital “Luisa C de Gandulfo”, en Lomas de Zamora, y del “Ramos Mejía”, en CABA. Militante peronista, ya como estudiante de Medicina comenzó su tarea solidaria y su compromiso con los sectores más postergados. Participó orgánicamente del PJ desde 1983 hasta el año 1991 cuando presentó su renuncia al Partido luego de los indultos a las Juntas Militares de la dictadura genocida de 1976/1983, decretados por el ex Presidente Carlos Menem. Fue fundador y militante de diversas agrupaciones políticas ligadas al peronismo revolucionario. Hoy es Secretario General de la Corriente Peronista por el Proyecto Nacional y el Partido Aluvión Ciudadano.
Beatriz Villar, artista
Nació en la Ciudad de Buenos Aires el 30 de septiembre de 1956. Hija de Esther América Murúa y de Eduardo Alberto Villar Coronado, es la mayor y única mujer de cinco hermanos.
Se mudaron a Lomas de Zamora en 1961. Cursó sus estu-dios primarios en la Escuela Nº 7 de Banfield, y los secundarios en el Nacional de Adrogué y en el Instituto Lomas. A los 15 años inició su militancia estudiantil como delegada en el Centro de Estudiantes, y política en la FJC; enfrentó la dictadura y sufrió persecuciones como los jóvenes militantes de su generación, a quienes honra de manera permanente a través de su obra escrita y de las canciones de las que es autora y compositora. Es profesora de Historia, profesión que ejerció en la década de los años 80 y que abandonó para dedicarse a su pasión: cantar.
En 1996 comienza a escribir las letras de sus propias canciones, que también musicaliza.
Su zamba “Gardela de Guaminí” le vale el madrinazgo de la cantora nacional Nelly Omar, quien la invita a compartir el escenario con ella en cinco oportunidades, presentándola como su ahijada. En el año 2001 le obsequia un poncho pampa.
Beatriz es Miembro Académico de Honor de la Academia del Tango de Lomas de Zamora desde el año 2001. Su obra ha sido declarada de interés cultural por la Legislatura porteña en el año 2006 y en marzo del año 2011 fue distinguida por su Municipio por su labor en favor de la igualdad de género.
En marzo del año 2012 edita su CD “Identidad y memoria”, con dieciocho grabaciones de su autoría. En octubre del 2013, su Cd “Volver en guitarra” con repertorio de cantora nacional.
En abril del año 2013, ve la luz su primer libro de poemas por la memoria “En la misma vereda”; a lo largo del año lo presenta en la sede de la Editorial Dunken, en la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, en el CC. Néstor Kirchner de Banfield, en Educadores en el Proyecto Nacional, en el CC. Padre Mugica de Banfield, en el Museo de Estudios Históricos de Lanús; en Rosario, Provincia de Santa Fe, en la Sede Provincial del gremio docente, AMSAFE, presentada por la APDH. y otros organismos de DD. HH.; en un homenaje a los ejecutados políticos y desaparecidos de la emblemática población de La Victoria en Santiago de Chile y en el Café Quebrada Elías de Valparaíso, en Chile.
En diciembre del 2013 se hace acreedora a una Mención y al Tercer Premio en el Certamen Nacional de Poesía «Francisco Luis Bernárdez» organizado por el Centro Amigos de las Artes, entidad cultural que el 13 de abril del 2014 le entrega el Primer Premio del Certamen Nacional de Poesía de Homenaje al autor, poeta de nuestro tango, «Enrique Cadícamo».
Su poema «Emerge una dicha lenta» integra la Antología de los cincuenta seleccionados en el Concurso “Senderos de poetas” convocado por Editorial Quadrivium de Zaragoza, España. Su poema «Desprecia lo que ignora» fue seleccionado entre 1025 poemas que se presentaron al Concurso convocado por la Editorial ArtGerust de Madrid, para integrar la Antología de 150 poemas de Homenaje a Antonio Machado. Su poema «Duele el amor» forma parte de los cuarenta que integrarán la Antología de poemas seleccionados en el Con-curso “Historias de amor y algo más”, realizado por la Editorial Garbec de Carolina del Sur, Estados Unidos, concurso en el que, además, se ha hecho acreedora del Segundo Premio.
El 14 de abril del 2014 presentó su libro «En la misma vereda» en la Sala de Prensa Municipal de la Ciudad de Bariloche, Provincia de Río Negro, República Argentina, invitada por la Defensoría del Pueblo de dicha ciudad.
Sobre “Son el fuego de la historia”
Para Beatriz Villar, «Son el fuego de la historia» aquellas personas decididas a encender en sus corazones la llama de una pasión tal por la acción solidaria, que los atraviese y trascienda a través del hilo de la continuidad del pasado, presente y futuro.
Anclada en su filosofía de esperanza, y en la convicción de que cada ser humano es capaz de hacer realidad sus sueños, Beatriz reivindica en éste, su segundo libro, la militancia por la felicidad del pueblo de la Generación del 70 a la que pertenece.
En nombre de sus compañeras y compañeros, nos invita a través de sus versos a cuidar, respetar y agradecer el preciado tesoro de la vida y a compartir la victoria del humanismo que anida en cada corazón con quienes más sufren y bregan a diario por ponerse de pie.
Mis palabras iniciales
Nacimos para ser felices
Quisiera expresar en estas breves palabras iniciales de saludo a los lectores, mi sincero deseo de que cada uno de los cuatro capítulos del libro, impacten en vuestros corazones desde la intencionalidad con que fueron escritos.
Anhelo que las crudas historias delos capítulos 1 y 3,nos generen la necesidad de abrevar en los valores que atraviesan los poemas delos capítulos 2 y 4.
Sin una sólida filosofía que sea cimiento y tierra fértil de la que broten pensamientos, palabras y acciones impregnadas de un profundo respeto por la dignidad suprema de la vida, los juicios y las condenas no alcanzarán para impedir la repetición de la tragedia.
Valorar y agradecer la vida es tarea eterna y necesaria, es una batalla que requiere revolucionar nuestro esquema mental básico en dirección al fortalecimiento del bien, de la misericordia valiente, y de la sabiduría que surge de ella.
Nacemos para ser felices, para desplegar ese propósito inescrutable para el cual hemos nacido, para cumplir esa misión única e irreemplazable que es sinónimo de oportunidad para descubrir y disfrutar de los ignotos tesoros que anidan en las honduras de cada ser, y ofrendarlos en beneficio de todos.
Antes que como mártires, quisiera ver a los 30000 como líderes de un proyecto de sociedad justa e igualitaria, cuyo fuego imperecedero jamás podrá ser apagado por las oscuras funciones del odio y de la destrucción de la vida. Estar dispuesto hasta a dar la vida por las más íntimas convicciones, no equivale a querer morir. Sus acciones solidarias, su claridad de pensamiento, su amor por el pueblo y su infinita capacidad de entrega, tan difícil de comprender en los tiempos que corren, constituyeron una forma de vivir.
Ellos no eligieron ser secuestrados, torturados, desaparecidos, fusilados, enterrados en fosas comunes o arrojados al mar. Ellas no eligieron ser violadas ni parir en cautiverio ni separarse de sus bebés recién nacidos. La vida es la esencia que atraviesa el fuego ardiente de sus sueños, que son los míos, Que su militancia por la felicidad de los más humildes, de los postergados y discriminados, sea eterna antorcha de convicción esperanzadora de que es posible construir desde y para la vida, valor prioritario que nos torna humanos.
Beatriz Villar
La lectura suele despertar diferentes sensaciones. A veces esas sensaciones necesitan de muchas palabras para ser entendidas, y en otras ocasiones, basta con una sola para sintetizar un universo. Hace más de dos décadas que Beatriz Villar dejó de dar clases de Historia para dedicarse a otra profesión, y sin embargo, y hasta quizá sin proponérselo, encontró la forma de seguir enseñando.
Enseñar, palabra que viene del viejo vocablo latino insignāre, señalar, dejar señas, marcas. Quien enseña imprime su propio “sello” a las cosas, pero también sabe que para poder hacerlo necesita nutrirse de otras voces y que ese ejercicio implica una elección.
“Desde abajo he de cantar”, se titula uno de sus tantos poemas, y en esa breve expresión nos indica inequívocamente cuál es el lugar desde el que elige pararse para seguir haciendo docencia a través del arte, pero también para afirmar junto a quiénes está dispuesta a recorrer el camino que nos falta, porque reconoce en ellos y en su memoria a los verdaderos constructores del futuro.
De la historia reciente, de ésa que nos dejó profundas heridas, Beatriz rescata a los mejores hijos del pueblo para mostrarnos adónde están cada una de las antorchas que guiarán nuestro camino, adónde están las rocas firmes a las que debemos aferrarnos en tiempos en que los sentidos se desdibujan y los rumbos se tornan esquivos.
Nombrarlos uno por uno, narrar sus vidas, sus sueños, sus luchas, recorrer la vasta geografía del país desde Dock Sud hasta Jujuy para honrarlos con sus versos, es la “Misión” que se propuso porque es necesario otorgarles a los números y a las imágenes un nuevo significado que ayude a mantener viva la memoria para las futuras generaciones.
De obreros comprometidos con sus compañeros, de alfabetizadores en las villas, de médicos rurales, de estudiantes que aprenden a leer el dolor de los pueblos, se arma su coro interminable de voces de hombres y mujeres que decidieron ser el fuego de la vida y de la historia ser la luz de la victoria del pueblo ”.
No caben dudas de que estos versos insurgentes ayudarán a mantener encendida la llama.
Claudia Abraham