En este momento hasta nos cuesta un poco creer que aquello por lo cual desde APROPOBA y de otros movimientos similares en distintos puntos del país pueda haber llegado al fin a tomar un estado de interés público y político como nunca antes lo había tenido pese a los ingentes esfuerzos que durante todos estos años hemos mantenido con el fin de sacar a la luz y poner en debate un tema tan ligado a la seguridad pública y que por lo tanto debería haber sido tenido en cuenta desde el mismo momento en que la ciudadanía argentina comenzó a reclamar por el estado de indefensión en que todavía se encuentra ante el avance inexorable del delito. El pleno ejercicio del derecho sindical de los trabajadores de la seguridad pública que integran las fuerzas policiales y penitenciarias.
Nuestra entidad desde su nacimiento del cual se cumpliera recientemente el décimo segundo aniversario ha realizado una prolija, coherente, respetuosa y permanente tarea en procura de insertar el tema en todos los niveles sociales alertando incluso sobre los peligros que significa el hecho de que los trabajadores de la seguridad pública carecieran de toda forma legítima de ejercer el derecho a reclamar, más aún teniendo en cuenta no solo que se encuentra avanzado el siglo XXI, sino también se pregona la vigencia de los treinta años de democracia en nuestro país.
No ha sido en vano este trabajo, pero desgraciadamente fue necesario que se produjeran los lamentables hechos ocurridos días atrás en que distintos “autoacuartelamientos” de personal policial en numerosas provincias del país, hiciera ver con claridad los peligros que tal medida, que por cierto desmerece a las instituciones policiales tanto por la incertidumbre que crea entre la población temerosa, por el aprovechamiento que de la misma realizan los delincuentes, como para con la disciplina institucional, a pesar de que como ha quedado bien claro es la última a la que el trabajador debe echar mano ante la carencia de otras y la falta de atención a las señales que desde mucho tiempo atrás venían evidenciando el descontento.
Es cierto también que alguien debería tomar nota sobre lo enferma que se encuentra gran parte de la sociedad argentina, que ante la mera falta de personal policial en las calles rompió las primarias normas sociales de convivencia para que el vecino robara al vecino, el cliente al comerciante y todo lo demás que hemos visto por los medios. Tenemos bien en claro y también hemos escrito al respecto que una política nacional de los últimos años que se preocupara en sus discursos y procederes en tornar difusa lo que debería ser clara línea de separación entre el delito y el no delito, y que comenzara solo para dar un ejemplo, cuando los cortes de rutas se consideraban legales o ilegales dependiendo de quién los realizara, ha contribuido grandemente a esta situación que hoy preocupa a los funcionarios y asusta a los ciudadanos comunes, además de poner más que nunca a la vista en que tipo de sociedad y bajo que normas (o carencia de ellas) deben desempeñarse las fuerzas policiales argentinas.
Recién ahora muchos se han dado cuenta de lo peligroso que significa la carencia de una representación sindical que permita a los trabajadores policiales canalizar sus reclamos para ser tratados en una mesa de diálogo, como siempre lo hemos reclamado, recién ahora se advierte la imposibilidad de negociación con grupos, a veces infiltrados, que carentes de representación llevan las cosas a extremos lindantes con el delito, que desmerecen el legítimo reclamo.
Ya hay propuesta de reconocer el derecho sindical a los trabajadores policiales, falta solamente que aquellos legisladores o partidos políticos que quieran llevarlas adelante se asesoren debidamente antes de dar el paso para no dejar abiertos espacios a los que buscan lograr estos fines con otras intenciones que no son solamente las de la defensa de los derechos de los trabajadores y su bienestar.
Seguramente ahora aparecerán muchas voluntades mencionando que “siempre acompañaron”, también nuevas o viejas asociaciones o pretendidas representaciones como ya ha ocurrido, pegadas a mutuales o financieras con intereses a la vista, desde APROPOBA nos queda la tranquilidad de que nunca buscamos segundos intereses a pesar de las propuestas recibidas, que siendo nuestra entidad una de las primeras en su tipo constituida legalmente y con la debida presentación ante la autoridad de aplicación, pionera en la provincia de Buenos Aires y de trayectoria incuestionablemente transparente en su accionar y objetivos, integrada por trabajadores policiales de todos los escalafones, jerarquía y situación de revista, ahora reafirma su voluntad de continuar en la lucha en procura del pleno reconocimiento de nuestros derechos.
Nuevo año está por comenzar, nuevos y grandes desafíos nos esperan a quienes procuramos el reconocimiento del derecho sindical policial, muchos peligros deberán enfrentarse ante seguros intereses económicos o políticos, está en nosotros y en quienes nos acompañen no desviar el rumbo, por nuestro bien, por el de la institución a la que orgullosamente pertenecemos y por la seguridad que tenemos el deber de brindar a la sociedad.
Quiera Dios iluminar nuestro camino.
Miguel Angel Reynoso – Secretario General – Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Buenos Aires (APROPOBA)