Papa Francisco, regálame también a mí un rosario
Querido Francisco, no sólo soy un pecador sino que a menudo caigo en el moralismo, demasiado atento a la paja en el ojo ajeno siendo que mi vista una y otra vez es obstruida por la viga que dejo entrar, excusas mediante, en mis propios ojos. Hecha la aclaración, no sería honesto contigo si no te confesara que mi primera reacción al enterarme de que ...