La situación de esta persona, como la de tantos en su misma condición de presos políticos, vuelve a traer a la discusión si lo que se ha hecho con ellos es justicia o, como muchos califican, una in – justicia.
Lo cierto es que mientras algunos que participaron, con la misma responsabilidad que ellos, en el golpe de estado del 76 y las trágicas muertes y desapariciones anteriores y posteriores, gozan no solo de libertad sino de onerosas compensaciones, estos militares viven en miserables condiciones en cárceles nauseabundas.
No habla precisamente de igualdad ante la ley ni de misericordia, cuando presos por delitos como asesinatos, violaciones, etc. gozan de beneficios que a estos se les niegan.
Urge revisar la situación de los todavía muchos presos en estas condiciones, la gran mayoría con escasa expectativa de vida.
Reproducimos a continuación la carta enviada por el General Cabanillas, quien realiza la huelga de hambre y otra misiva de un sacerdote católico que ha visitado a presos en apoyo espiritual a su situación, tal como lo ha pedido el Papa Francisco.
SITUACIÓN CRÍTICA
PRESO POLÍTICO DE 74 AÑOS DE EDAD
La injusticia, las aberraciones jurídicas, la persecución, la venganza y la arbitrariedad continúan.
Nota presentada por el Sr. General de División (R) Eduardo Rodolfo Cabanillas.
U-31, Ezeiza, 13 de julio 2016.
Al Señor Jefe de Internos:
El que suscribe, de 74 años, preso político, condenado a prisión perpetua por mandato del entonces gobierno «K», supuestamente por un delito llamado de «tipo lesa humanidad», informo, para conocimiento del Servicio Penitenciario Federal, que hoy miércoles 13 de julio de 2016, finalizado el horario de visitas (12 hs.) he de iniciar una huelga de hambre durante la cual no tomaré ningún remedio y sólo consumiré líquidos, hasta que fallezca o se me otorgue la prisión domiciliaria, denegada arbitrariamente, ya por cuarta vez, por el T.O.F. 1.
He esperado que el actual gobierno, durante el Bicentenario, tomara alguna medida a fin de asegurar la igualdad ante la ley y los consiguientes derechos de los Presos Políticos injustamente detenidos, con juicios viciados de nulidad absoluta, o aún sin ellos. Esperé que se considere la cantidad de presos mayores de 70 años con las enfermedades propias de la edad que se ven aceleradas por la misma prisión y su consiguiente stress, violándose de esta manera lo determinado en el artículo 56 de la Carta de las Naciones Unidas (entre otras normas) privados del derecho a la prisión domiciliaria con el único sustento de un discurso ideológico, con lo que se comete así un crimen de estado por no proteger ni garantizar los DDHH de los prisioneros, sólo por odio y venganza del gobierno pasado.
Evoco también el dolor de nuestras familias y afectos, que sufren a nuestro par, viendo tanta injusticia.
Tal vez esperan que se haga lo que he decidido hacer para prestar alguna atención y escucharnos. Será un testimonio que brindaré.
Cumplo, dentro de pocos días, 10 años de prisión ininterrumpida en cárceles comunes en forma arbitraria, injusta e ilegal. Es mucho tiempo, por ésto mi decisión. Tengo derecho a morir junto a quién me acompañó desde hace más de 53 años.
Si Dios nació con su muerte, y en esta lucha debemos morir, preferible la Cruz del Calvario que sin Dios, sin Patria y sin justicia vivir».
Eduardo Rodolfo Cabanilllas. Grl. Div. (R)
Nota del Presbítero Dr Jorge BENSON, Párroco de la Iglesia «Señor del Milagro», con motivo de su reciente visita de apoyo espiritual a los Presos Políticos de la Unidad Penal 16, de Güemes, en Salta.
Misión carcelaria
“Estuve preso y me visitaste”
Sr. Director:
Como cualquier sacerdote que visita reclusos, compartí cuatro días en el penal de Gral. Güemes, Salta, con los presos políticos, o prisioneros de guerra, en una especie de misión y retiro espiritual. Entre misas, confesiones y caminatas, escuché testimonios tremendos de esos años de guerra sin cuartel. Si salir a matarse, aún en defensa de lo que sea, siempre es un horror, por más que lo disimulen con vistosos uniformes, esa guerra, sucia de robos y crímenes, fue más horrible todavía.
Pero todos los pueblos agradecen y honran a los que tienen que enviar, inevitablemente, a matar y morir en su defensa. Por eso me pregunto, el día después de este glorioso festejo del Bicentenario, ¿no sería lógico ver desfilar también a los héroes de la defensa de la Nación contra la guerrilla y el crimen organizado, y que los honráramos con nuestras banderas a su paso, como hicimos estos días, por fin, con los héroes de Malvinas?
Mientras tanto, y para que vean que no están solos ni olvidados, como se sentían hasta hace poco estos valientes veteranos, podríamos adelantarnos y desfilar nosotros, ciudadanos y vecinos, entre sus cárceles, para alentarlos y sostenerlos y aún ayudarlos con la comida y los remedios y los materiales para sus artesanías.
Como sabemos que, entre los de la sección llamada “de lesa humanidad”, los hay sin juicio ni condena, esperamos que pronto, justo juicio mediante, muchos puedan volver a su casa a disfrutar de los nietos. Y habiendo sobrevivido, no sólo al atentado criminal en nuestras calles y al combate en montes impenetrables, sino también al cautiverio, reciban la honra y gratitud que les estamos debiendo. p. Jorge Benson
Fuente: Coronel (R) Guillermo César Viola. – Unión de Promociones.